Enclavado en el corazón de Italia, exactamente en una colina de la ciudad de Roma, queda el fragmento más valioso de lo que fue un imperio basto que intimidaba a otros imperios, aunque hoy solamente quede poco de su extensión —física—. Sin embargo, siendo un pequeño país es a la vez un gran cofre que se debe abrir en dosis, aunque eso sean las dosis permitidas.
Cuando en los albores del nuevo siglo, nos remontamos a escenarios pasados en hechos que marcaron para siempre la historia como la ya citada caída del muro del Berlín, hemos de caer en cuenta que bajo los paradigmas preestablecidos de una arquitectura evolutiva, los diferentes hitos subvierten o asimilan, dependiendo de la óptica del arquitecto, las diferentes corrientes que influyen en el actual desarrollo paulatino de la arquitectura.