Muchos me preguntan en redes sociales como le hago para “viajar tanto” y ser un vaciado a la vez. Se que varias teorías salen al respecto, así aprovecho de una vez para desmentirlas: a continuación, una lista de trabajos que no realizo:
Dama de compañía
Prepago
Motivador personal
Traficante
Piloto
Copiloto
Aeromozo
Asistente de Anthony Bourdain
Mariposa Monarca
Embajador
Pescador
Bendecido y afortunado
Socialité
Pontífice de la Iglesia Católica
CEO
Participante de The Amazing Race
Sasha Fitness
Antes de contarle estos consejos, le voy a hacer una pregunta: ¿Le gusta leer?
a. Sí.
b. No.
Si su respuesta es "a", puede continuar. Si en cambio fue "b", diríjase al final de esta entrada.
Ahora sí, le comento: estos son mis cinco consejos para que pueda viajar muy barato:
1. Invierta en experiencias.
Acuérdese de lo que decía la abuela: uno se muere y nada se lleva. Si piensa viajar hay que hacer un click en la cabeza y pensar en prioridades: ¿en serio necesito el último smartphone de gama alta?, ¿o comer todos los días en restaurantes? ¿o pagar por el super reloj Power Ranger de 300 dólares que da la hora en tiempo real?
En la austeridad está el truco. Póngase metas, ahorre y ya cuando esté de viaje, deje los souvenirs de último. El mundo está plagado de llaveros de la Torre Eiffel y recuerdos del Papa.
2. Un viaje largo es más barato que uno corto.
Puede sonar algo incoherente pero la realidad es que mientras más días dure su viaje, puede planear mejor las cosas: averiguar rebajas, tomar los vuelos más baratos y con antelación. Eso representa ahorro. Un pasaje aéreo puede llegar a ser lo suficientemente caro como para devolverse siete días después. En un viaje muy largo puede pensar en rentar un lugar dónde hospedarse o en trabajar mientras viaja. Ser monaguillo puede ser una opción.
3. Cualquier lugar puede ser un lujo.
A menos que usted sea Paris Hilton o la esposa del presidente de México, la vida de millonario que nos venden en las películas es muy alejada de la realidad. Si, puede comer en lujosos restaurantes, dormir en camas de 10 metros cuadrados y bañarse en jacussi hasta el infinito pero es muy posible que todo el presupuesto se acabe … en el día dos. Nada le impide hacer compras en un supermercado, llevar una manta, montar en bus y hacer un picnic en Central Park. Usted tiene el control de lo que vive. Los atardeceres son gratis.
4. Endéudese poco. O nada.
Si una lección nos dejaron las crisis económicas, es que no hay sacarle plata al futuro. Endeudarse es muy fácil, especialmente cuando se viaja. Considere la tarjeta de crédito como último recurso. Trate de pagar todo a una sola cuota o al contado. No sabe lo bueno que se siente regresar a casa y no empezar a pagar deudas, sino a comenzar a ahorrar para el próximo viaje.
5. Viajar es tan caro como usted quiere que sea.
Tenga en claro algo: usted y solo usted tiene control de su billetera. Así que piense que cualquier lugar es alcanzable, cualquier sitio se puede recorrer, cualquier destino es cercano y pagable. Por más costosa que sea una ciudad, siempre habrá gente que busque economía: en París o en Tokio también hay estudiantes, taxistas, meseros, recién egresados y también hay viajeros como usted. No se sienta intimidado por una ciudad, arriésguese ser el dueño de su viaje. Igual si su mamá le pregunta si comió bien, usted siempre va a decir que si.