No se si le ha pasado, pero es recurrente cuando se viaja aguantarse una escala eterna en el aeropuerto o esperar a alguien por horas. Rem Koolhaas dice en “La Ciudad Generica” que los aeropuertos tienen dos tamaños: o muy grandes o muy pequeños. Entonces, entre consultas y experiencias, he decidido crear una sencilla lista de consejos para que usted quien me lee o quien llegó aquí accidentalmente, sepa que puede hacer en una terminal aérea para no aburrirse.
1. Piense que está en un centro comercial.
Los aeropuertos poco a poco se han transformado en un espacio de interacción que de latencia. Normalmente son el único lugar que los viajeros verán del país, así que tratan de condensar en un reducido espacio, toda la experiencia nacional, así sea de forma abstracta. Por ello, los terminales aéreos hoy se han transformado en centros comerciales, con áreas donde puede poner a los niños a jugar o sitios donde recostarse y dormir.
2. Haga uso del stopover.
Un stopover es una escala de más de cuatro horas en un aeropuerto y en vuelos internacionales, unas 24. Entonces, piense que es conocer una ciudad que no estaba en su agenda mientras “está viajando”. En lugar de una interminable espera, piense cuando compre su tíquet si la aerolínea permite steopver gratuitos y conozca algo más allá. Turkish Airlines, por ejemplo, permite hacerlos gratis por Estambul y hasta le dan tour sin costo. Japan Airlines lo tiene en Tokio y Osaka. Emirates en Dubai y Singapur Airlines … ya sabe donde. Esta es una lista que puede guiarlo.
3. No le tenga miedo a una VIP.
Aceptémoslo, los aeropuertos son caros. Una botella de agua en la que te cobran la cuota inicial de la fábrica ensambladora. Entonces, aparece una opción mágica: las salas VIP de las aerolíneas. Sí, no son gratis si no es un pasajero élite de su programa a de millas, pero vale la pena pagar el “cover” porque una vez dentro, tiene acceso a comida, bar, puede dormir y relajarse. Considérelo una inversión en el viaje.
4. Busque un hotel, y no para dormir.
Normalmente tenemos la idea que un hotel es un lugar para hospedarse. Y sí, en gran parte - especialmente en la etimológica- es verdad. Sin embargo, los espacios de madera con olor a habano, meseros en corbatín y etiqueta de diecisiete cubiertos ya está pasando a mejor vida. Hoy los hoteles ofrecen una experiencia más allá de la alcoba y tienen áreas sociales con videojuegos, billares, buenos cocteles y atención de primera. Mi recomendación es averiguar cuales tiene cerca y pasar unas horas como si estuviera en una zona rosa.
Para no olvidar:
Normalmente los hoteles tienen transporte gratuito desde el aeropuerto al hotel. Busque uno cercano y trasládese cómodamente. Por ejemplo el Aloft Airport de Bogotá está a cinco minutos de distancia de la terminal aérea y como todo Aloft, sus lounge wxyz no tienen nada que envidiarle a muchos sitios de vida nocturna. Otros hoteles como Decameron Boa Vista está a 10 minutos del aeropuerto en el archipiélago de Cabo Verde o el Decameron Los Cabos, a 15.