Ocho consejos para viajar a Europa sin que salga caro

Cuando pensamos en un buen lugar para recorrer, Europa es ese destino con el que la mayoría se siente ilusionado pero tiene el estigma de ser un lugar extremadamente caro que ahuyenta a más de uno. En mis viajes y en mis experiencias como travel coach (si, también le monto el viaje) me he dado cuenta que existe ese miedo permanente de ir al viejo continente. Ahora que tanto peruanos como colombianos podrán entrar sin visado, veo perfecto contarle estos ocho consejos para ir de paseo allá sin llegar arruinado. Tome nota, guarde en favoritos y si le gusta, comparta:

1. No siempre el vuelo directo o el verano es lo mejor.

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Normalmente a la hora de buscar un pasaje, se tiende a elegir el vuelo directo que lo lleve derechito al corazón de Europa. Sin embargo, hay promociones u ofertas constantemente que le permiten trazar una ruta que aunque pueda salir algo más larga, le ayudará a ahorrarse unos reales. Por ejemplo, desde Nueva York hay vuelos económicos hacia muchos países nórdicos. También esté pendiente de la apertura de nuevas rutas ya que es precisamente ahí donde las aerolíneas ofrecen precios ridículos, porque están de fiesta.

Por otro lado, la temporada alta en Europa es entre junio y septiembre y la verdad, la gente está tan emputada por el calor, que ni lo van a atender bien. Así que elija entre primavera u otoño. Yo le recomiendo la primera: no es el infierno, la gente anda de buena energía y el día dura más que la noche, así que le va a rendir el tiempo conociendo una ciudad. Por ejemplo, esa foto de Riga la tomé a las 11:30 pm. Gané unas seis horas de luz extra con el mismo precio de una noche de hostal.

2. Olvídese de la frase “Europa es caro”.

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Generalizar es fácil porque es lo cómodo, como cuando decimos que todos los hombres son iguales. Aunque no lo crea, no toda Europa es cara; es más, se sorprenderían por los precios de ciudades como Cracovia, Praga o Budapest. Si bien existen lugares que pueden llegar a abusar de nuestro bolsillo como Venecia, Londres o París, recuerde que incluso en estos lugares hay sitios económicos, frecuentados por locales. Contemple opciones como Polonia, República Checa, Portugal, Hungría, Eslovaquia, Moldavia, Bulgaria y esos balcanes y ex-soviéticos que le suenen a “algo entre Rusia y Alemania”. Son bellísimos y muy baratos.

Y no, no todos los hombres son iguales. Niñas, deberían ver los húngaros.

3. Mezcle diversas formas de moverse.

Recorrer Europa es más económico si se opta por la intermodalidad. Puede que parezca fácil y efectivo comprar, por ejemplo un Eurail (un supertiquete de tren que te permite tomar los que quiera en un periodo de tiempo) pero cuando lo compara con otros modos de transporte, va a comprobar que no es tan económico como parece. Los buses llegan a ser muy baratos dando ofertas todos los días (un pasaje entre Bruselas / Amsterdam a 1€) e incluso, volar en lowcost es lo mejor para moverse dentro de Europa. Páginas como skyscanner.com le muestran las posibilidades más económicas para viajar en avión desde donde usted esté. Existen opciones como blablacar.com que le ofrecen recorridos compartidos con locales, igual, a precios irrisorios. Rentar una moto puede ser hasta romántico. No le tenga miedo a improvisar un poco, puede mezclar muchas formas de moverse entre ciudades.

4. Aproveche si estudia ... o estudió.

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Esta vaina más que consejo, parece conejo. Le cuento: en Europa quieren a los estudiantes mucho porque, pues, no es que anden con mucha plata y quieren aprender. Muchos museos por ejemplo, les dan descuentos. Así que lleve su carné, así sea de uno de estos países tropicales. Expida el Carné Internacional. Si no puede, lleve el de egresado. Puede que le digan que es sólo para estudiantes de la Unión Europea, igual inténtelo: a mi me vieron con cara de pesar en la Galería Spada y entré gratis. En París entré a todos los museos sin pagar por ser arquitecto.

También use Google o Altavista (en caso que sea hipster) e investigue los días que tiene entradas gratuitas a monumentos y museos. Por lo general es un domingo de cada mes: así fue como conocí las Termas de Caracalla, la tumba de Caecilia Metella y la Villa de los Quintiliia cero euros.

5. Use las piernas.

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Estrategia: piense cuales días de su viaje dedicará a moverse a pie o en cicla y cuales días usará el transporte público para llegar a lugares que estén “alejados”. Mi consejo es llevar unos zapatos cómodos, caminar y de paso, tendrá nalgas bonitas. Las ciudades europeas son propicias para el peatón, así que es tan bello el camino como el destino. Busque un lugar para dormir que lo ubique en un sitio estratégico para partir y conocer lo que quiere. El transporte público puede ser costoso si no se planifica bien, así que es mejor decidir si lo usará un día o tres (normalmente viene en combo de tres días, así como papitas y gaseosa). Reúse pagar viajes sencillos o se va a ver corto de dinero muy rápidamente.

6. Huya de “We speak english”.

En muchos restaurantes o sitios de comida le ofrecerán menús en inglés. No es que esto sea malo, sino que puede darle pistas que ese lugar tendrá precios más altos de lo usual. Busque en internet qué lugares recomiendan los locales para comer o mejor: olvídese de los restaurantes, ubique un supermercado y compre ahí lo que necesite para comer y sobrevivir. Incluso, cocine. Le va a salir muy barato el día y no va a pasar hambre.

7. Tome un tour sólo cuando sea estrictamente necesario.

Conocer un sitio lleva su calma y sus pausas. Los tours por lo general son una herramienta para pasear a toda prisa por lugares emblemáticos y al final, termina perdiéndose de lo interesante por estar metido en un grupo, teletransportándose como X-Men y pagando el triple. Recuerde que usted ya no está para andar con la convivencia del colegio.

8. Duerma rico sin piscina.

Bueno, al menos evite hoteles caros. Existen opciones como Couchsurfing que sirven mucho cuando viaja solo, conoce la vida local a fondo y se ahorra el hospedaje, o Airbnb, perfecto cuando viaja en grupo. Los hostales siempre serán una buena opción aunque en ciudades grandes o muy turísticas, hay hoteles de 2 o 3 estrellas más baratos que una cama de hostal y tendrá un cuarto para usted solo.

Y un baño privado.

Créame, puede llegar a ser importante cuando hay diez personas esperando un inodoro libre.