Seúl es esa ciudad donde uno no espera nada y lo sorprende el futuro. Aclaro, antes de empezar, que aquí no va a encontrar los grandes landmarks, las avenidas con grandes boulevares parisínos, los más exóticos centros históricos ... nada. Por lo contrario, Seúl es una ciudad cuyo atractivo nace de vivir la vibra tan fuerte que posee: una ciudad que se debate entre oriente y occidente. Seúl es una de esas ciudades que no le importa ser fea mientras es increíblemente divertida. Agarre su botella de seju, descargue las aplicaciones de Kakao, salga a la calle y recorra con amor, la nueva joya de Asia.
Recorrer el rio recuperado de Cheonggyecheon, que solía ser una autopista
Visitar la Dongdaemun Design Plaza diseñada por Zaha Hadid y la puerta de Heunginjimun, con los restos de la muralla de la ciudad.
Recorra los túneles de la estación eterna de Euljiro en sus 4 paradas.
Evidentemente, visite el Palacio de Gyeongbokgung y la puerta Gwanghwamun, reconstruida en el 2006 según su diseño de madera original.
¿Quiere sentir la vibra de Corea? Recorra el Mercado peatonal de de Myeong-dong.
La mejor vista de la ciudad la tiene desde la torre Torre Seul N, uno de los íconos de Seúl.
Vea a los grupos de K-Pop en Hongdae o pase a que le lean el tarot.
Conozca el falso Disneyworld llamado Lotte World, obra de una de las familias mas millonarias del país.
Vaya de rumba a Itaewon. Seguramente querrá ver un show de ópera en medio de un circo, con ornamentación romana y una pizzeria en el mismo lugar.
Tiene, o sea, tiene, que comer la mejor creación (y única, la verdad) coreana: la parrillada. No existe nada que se le compare.
Visite el templo de Jogyesa y vea sus tres budas en oro. Es más, busque su programa de templestay y sea monje budista por algunos días.
Recorra las empinadas calles de Bukchon en completo silencio.
Tome muchas fotos del show del Puente Banpo que derrama luces de colores sobre el Río Han.
Camine el Bosque de Seúl, un gran parque en Seongdong-gu. Perfecto para desconectarse.
Visite las instalaciones del hermoso Parque Olímpico de Seúl.
Compre chucherías o coma pulpos vivos en el Mercado de Namdaemun.
Visite la nueva obra de renovación urbana: Seoullo 7017, una autopista elevada que ahora es parque público.
Camine el impresionante campues de la Universidad de Mujeres Ewha.
Sea solemne recordando los excesos de la ocupación japonesa visitando la Prisión de Seodaemun.
Gangnam. ¿En serio tengo que decir porqué visitar Gangnam?
Recorra los monumentos y memoriales a la guerra en el Cementerio Nacional de Seúl.
Camine la solemne Plaza de Gwanghwamun hasta el City Hall. Verá la vida ochentera de Seúl.
Viaje en el tiempo visitando la villa Namsangol Hanok, un pequeño pedazo de la Seúl hace ... cincuenta años.
Tiene que comer uno de los platos coreanos más básicos y deliciosos: pollo con cerveza. Sí, no me jodan porqué, pero el "chicken and beer" es tan típico como una arepa.
Termine su día yendo a bañarse en bola en un jjimjilbang, un tradicional sauna coreano. Finalmente, aquí tiene Seúl en varios aburridos momentos.