En las montañas de Colombia, existió un pueblo que construyó viviendas en la roca. Pero no para que ellos vivieran ahí, sino para vivir en el inframundo.
Enclavado en las montañas fértiles de Colombia se encuentra un lugar extraño e inaccesible, tanto, que los conquistadores decidieron nombrarlo Tierradentro. Sin saberlo, bautizaban de forma profética un rincón donde el inframundo sale a la superficie.
Era imposible no notar que las paredes están tapizadas con fotografías de la guerra de Vietnam. Notable es, que son fotografías reveladas, de grano y no de pixel, cuyo origen directo eran los protagonistas. Ese era el telón de fondo para el restaurante de Tam, un pequeño local en la ciudad de Da Nang.
Gramalote sufrió en el año 2010 una catástrofe natural que obligó a evacuarlo en cuestión de horas, en plena víspera de Navidad, cuando las alegrías son las que deberían conmover a una población. La ladera de la montaña donde estaba asentado el poblado empezó a deslizarse y este terremoto en cámara lenta fue devorándose la esquina donde alguien se dio un primer beso, la tienda donde llegaba la carne fresca, el colegio donde alguna monja castigó con regla en mano y la plaza donde se jugaron al escondite entre los árboles. Esto es lo que queda hoy de Gramalote.